¡Hola a todos! ¿Listos para aprender la historia de la última de las Tres Grandes Alianzas? Hoy os hablaremos de la facción liderada por los Nórdicos de Skyrim: el Pacto de Ebonheart.
También conocido como Pacto de Corazón de Ébano, es la facción más frágil e inestable de todas las que se disputan el Trono Rubí. Pero probablemente la más fuerte de todas ellas. Se la considera una alianza marcial, una colaboración de los ejércitos nórdico, dunmer y argoniano que tuvo su origen en la Segunda Invasión Akaviri de Tamriel. En el año 572 de la Segunda Era una armada akaviri desembarcó en la costa norte del continente y asoló las principales ciudades y puertos de Skyrim y Morrowind. Su primera gran victoria tuvo lugar en Ventalia, tras un sitio de apenas cinco días y que culminó con la muerte de la Reina Mabjarn y de su heredera Nurnhilde. La histórica ciudad humana fue saqueada y destruida, insuflando de este modo la moral de los akaviri y envalentonándolos a iniciar la invasión de la vecina Morrowind. Pese al duro golpe, el reino de Skyrim Oriental aún no había sido derrotado. Los hijos del norte reagruparon sus últimas fuerzas en torno al heredero del Trono de Ysgramor: Jorunn.
Los elfos oscuros tuvieron algo más de tiempo para prepararse para el inminente ataque, pero carecían de la fuerza necesaria para defender la comarca de Deshaan. Muy a su pesar, la Diosa Dunmer Almalexia ordenó la evacuación de El Duelo y la retirada hacia la comarca de Páramo de Piedra, donde pretendían hacerse fuertes. Esto les hizo ganar algo más de tiempo, pero la batalla era inevitable, teniendo lugar esta a las afueras de la ciudad de Corazón de Ébano. Las fuerzas de Almalexia enfrentaron al grueso de la tropa akaviri con valentía y sabiendo que si eran derrotados, la ciudad correría el mismo destino que Ventalia, pero la diferencia de tropas y fuerza se hizo evidente en el primer momento.
Por sorpresa, el Ejército Nórdico de Jorunn apareció en la retaguardia akaviri y les asestó un duro golpe que les forzaría a retirarse hasta la playa, pero la situación seguía siendo drástica: los nórdicos estaban agotados de un duro viaje persiguiendo a su enemigo en territorio desconocido, y los dunmer eran incapaces de acabar el trabajo. Con la flota akaviri en el horizonte, todo parecía indicar que iban a escapar hacia su hogar, pero nuevamente la sorpresa favoreció a los defensores. Un ejército argoniano compuesto de esclavos y milicianos llegó en auxilio de elfos y humanos, asistiéndoles con la fuerza necesaria para acabar con los últimos akaviri y hacer fracasar definitivamente la invasión.
Jorunn sería coronado poco después como Rey-Escaldo de Ventalia, y firmó el Pacto de Corazón de Ébano, donde las tres razas acordaban ayudarse mutuamente ante posibles ataques y futuras invasiones. Los tres líderes son la Diosa Almalexia de El Duelo, el Rey-Escaldo Jorunn de Ventalia y la Vicecannon Heita-Meen de Espina (Thorn). Esta argoniana había recibido una visión del Hist, una premonición acerca de la Segunda Invasión Akaviri y de la decisiva Batalla de Páramo de Piedra. Por su decisión y coraje a la hora de socorrer a elfos oscuros y nórdicos, Almalexia decretó la liberación de todos los esclavos argonianos en la provincia de Morrowind. La práctica totalidad de las Grandes Casas Dunmer aceptaron con los designios de la diosa y se adhirieron al Pacto, salvo la Casa Telvanni, que prefirió recluirse en sus dominios y ciudades.
Pese a todo, se le considera una facción débil y altamente inestable, pues agrupa a dos históricos enemigos (nórdicos y elfos oscuros) y a amos y antiguos esclavos (elfos oscuros y argonianos), aunque nadie puede negar la ferocidad de los nórdicos en batalla, la cohesión de las legiones dunmer o la efectividad de los exploradores argonianos. Además, es la facción con mayor territorio de Tamriel bajo su control (la mitad de Skyrim, la casi totalidad de Morrowind y los principales núcleos urbanos de Ciénaga Negra).
El Pacto de Ebonheart busca devolver el control de Tamriel (simbolizado en el Trono Rubí de la Ciudad Imperial) a los descendientes de los primeros humanos, los nórdicos. La caída del Imperio de Reman Cyrodiil sin duda ha echado por tierra los sueños de los humanos imperiales por gobernar el continente, pero todavía quedan humanos dignos y capaces de seguir con su legado. Y sobre todo, evitar una nueva invasión por parte de Akavir. Por ahora, los esfuerzos del Pacto están concentrados en acabar con la amenaza de Molag Bal y en frenar las ansias expansionistas del Convenio de Daggerfall y del Dominio Aldmeri.
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